Los fondos ¿alternativa a los depósitos?
Con la reciente limitación por parte del Banco de España a los elevados tipos de interés que las entidades financieras venían ofreciendo a los contratantes de sus depósitos, son muchos los que hablan de los fondos de inversión como alternativa.
Motivados por la necesidad de captar capital en unos casos y en otros por una lucha encarnizada para no perder su cuota de mercado, las distintas entidades financieras se lanzaron a la llamada “guerra del pasivo”, llegando a ofrecer tipos de interés superiores al 4 %.
El problema surge cuando los que se lanzan a ofrecer este tipo de interés son precisamente aquellas entidades que se encuentran en una situación más crítica, en muchos casos con ayudas de capital por parte del Estado. En este contexto, solo es posible inferir una cosa: se trataba de un mercado claramente sobrevalorado ante unas necesidades latentes de la banca al que ya se la había puesto coto anteriormente con el mercado de las preferentes.
Ante esta situación, son muchas las miradas que se han girado hacia las gestoras de fondos en busca de una “nueva solución” para lograr altas rentabilidades y atraer a los clientes.
La cuestión es que los fondos de inversión no son una nueva solución. Siempre han estado ahí, ofreciendo soluciones acordes a los distintos perfiles del inversor, tanto para los amantes del riesgo como para aquellos con un perfil más conservador, al que generalmente se liga a aquellos que tienen sus ahorros en depósitos.
Frente al 4 % de los depósitos, encontramos categorías de fondos como la renta fija euro corto plazo, que en el 2012 obtuvieron una rentabilidad media del 4,54 %, o con un perfil mayor de riesgo encontramos la renta variable nacional con un 6,46 %. Estos son solo algunos ejemplos de categorías cuya media de rentabilidad ha sido superior a la ofrecida por los depósitos.
Retomando el argumento anterior, entre la vasta gama del universo de fondos, los encontramos de características muy diversas, siendo así fácil encontrar el que más se adapte a nuestras características individuales. Fondos garantizados o monetarios para aquellos con una mayor aversión al riesgo, o de renta variable para quienes busquen mayores rentabilidades (aunque con un mayor nivel de riesgo), pasando por los fondos éticos, para los más comprometidos socialmente o sectoriales para quienes confían en un determinado sector de producción.
¿Ventajas de los fondos con respecto a los depósitos? Entre las principales, un mejor tratamiento fiscal, ya que es posible traspasar el fondo sin que tener que declarar ganancias ante la hacienda pública, mientras que los depósitos son penalizados siempre al vencimiento, independientemente de que se reinvierta en otro depósito. Además cuenta con la particularidad de estar monitorizado en todo momento por un equipo experto en la materia que vela por la buena marcha de la inversión y que permite acceder a mercados que de otra forma sería imposible para el inversor particular.
Con respecto al argumento de la seguridad de la que gozan los inversores en depósitos al estar salvaguardados hasta 100.000 euros por persona y entidad por el Fondo de Garantía, indicar que el ahorrador de fondo cuenta con su patrimonio diversificado entre las distintas compañías en las que se encuentra invertido el fondo, no encontrándose por tanto el capital en la sociedad gestora.
Por esto, entre algunas de las principales razones, no es descabellado afirmar que los fondos no son la alternativa, sino el camino para contar con una inversión fiable, una vez acabada la etapa de tipos ficticios para los depósitos.
