La inversión biotecnológica de Julius Baer

20/11/14 - Análisis Fondos de inversión y Sociedades

Incluso considerando el retroceso experimentado por el sector biotecnológico durante el primer trimestre del año, continúa mostrando una excelente evolución por rentabilidad, acumulando un 30 por ciento durante 2014. En línea con esta evolución, Biotecnología es también la categoría VDOS más rentable en el año, con una revalorización de 35,97 por ciento.

 
 

La inversión biotecnológica de Julius Baer

El mejor comportamiento en la categoría, tanto durante el año como en los últimos tres años corresponde al fondo JULIUS BAER MULTISTOCK HEALTH INNOVATION que, gestionado por Swiss and Global Asset Management, del grupo GAM, obtiene una rentabilidad de 40,68 por ciento en el año y 226,79 por ciento en el último periodo de tres años. Se propone como objetivo alcanzar un crecimiento del capital a largo plazo, invirtiendo en empresas cuya actividad se centre en los subsectores de salud, tales como farmacéuticas, biotecnología, servicios y suministros sanitarios y tecnología médica. Con un horizonte de inversión a largo plazo, el fondo está dirigido a inversores con un nivel de riesgo alto que deseen complementar su inversión en el sector salud.

La gestión del fondo corre a cargo de Christophe Eggman. Con 20 años de experiencia en el sector, de los que ha dedicado 18 al sector de salud, fue anteriormente Director de Análisis en Julius Baer y Gestor de Carteras de Renta Variable Suiza en Bank Hoffmann. Antes de su incorporación a Julius Baer, desempeño diferentes posiciones en Credit Suisse y Rothschild Bank. Christophe es CFA y Máster en Economía por la universidad de Neuchatel.

El proceso de inversión sigue básicamente tres fases: Identificación de la Oportunidad, Evaluación de compañías y Creación de la Cartera. En la primera fase, se identifican tendencias top-down focalizándose en oportunidades de crecimiento. Para ello se asiste a conferencias médicas y se mantienen reuniones con especialistas del sector, se hace un análisis de las diferentes áreas terapéuticas y se monitoriza el entorno regulatorio. En un enfoque bottom-up, se buscan indicadores de retornos potenciales futuros en productos y servicios innovadores, nuevos mercados y modelos de negocio atractivos. Se crea, en definitiva, un marco de oportunidades y se centra el análisis en las compañías que quedan dentro de ese marco.

Para la evaluación de las compañías dentro del universo así definido, se llevan a cabo reuniones con hasta un número de 140 compañías al año, complementándose con análisis fundamental. Un análisis que incluye la sintetización de toda la información pública disponible, construyendo sus propios modelos de estimación de beneficios, asistiendo a reuniones de analistas o recabando información de las bases de datos científicas. La decisión de invertir se basa principalmente en factores como un aumento estimado de la cuota de mercado, elevadas barreras de entrada y valoración. Se identifica así un grupo de compañías innovadoras con valoraciones atractivas.

Para reducir riesgo en la construcción de la cartera, se diversifica tanto por sub-sectores como por indicaciones terapéuticas, revisando la evolución diaria - a nivel del fondo y de cada valor individual – llevándose a cabo una gestión activa basada en la constante monitorización de noticias de la compañía y de nuevas oportunidades de inversión. Se sigue un enfoque disciplinado de rotación de la cartera, según el cual se añaden posiciones cuando sus valoraciones son bajas, con perspectivas sólidas de evolución positiva. Por el contrario, se reducen o se deshacen posiciones en base a su sobrevaloración, cambio en fundamentales o entorno competitivo.

En la cartera del fondo, la mayor ponderación por área geográfica es en EEUU (86,10%) Suiza (6,90%) Germany (1,40%) y Reino Unido (0,50%) mientras que las mayores posiciones en la cartera del fondo corresponden a Allergan (6,80%) Novartis (5,20%) Actavis (4,70%) Mallinckrodt (4,20%) Salix Pharmaceuticals (4%) y Abb Vie (3,90%)

Tomando como referencia el índice NASDAQ Biotechnology, el fondo gestiona un patrimonio de 137 millones de dólares (aproximadamente 109 millones de euros). Su evolución histórica por rentabilidad lo sitúa entre los mejores fondos de su categoría, en el primer quintil, durante 2011, 2013 y 2014, con un dato de volatilidad a tres años de 15,39 por ciento, que se reduce hasta 13,85 por ciento en el último periodo anual. Su Sharpe en este último periodo es de 4,03 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 9,43 por ciento. Para suscribir este fondo se requiere una aportación mínima de una participación, siendo su último dato de valor liquidativo de 243,44 euros. Sus partícipes soportan una comisión fija de 1,60 por ciento y de depósito de hasta 0,20 por ciento.

De las empresas del sector que forman parte del índice S&P Healthcare, 49 de 43 han publicado ya sus resultados del tercer trimestre de 2014. De éstas, 37 obtenían cifras de ventas por encima de las expectativas y 33 de ellas superaban las expectativas de beneficios, con un crecimiento agregado de 8 y 16,50 por ciento respectivamente. De las 12 compañías del Nasdaq 100 Healthcare, 10 de ellas publicaban tanto cifras de ventas como beneficios por encima de las expectativas, con un crecimiento agregado de 12,50 y 58,90 por ciento respectivamente.

En opinión de la gestora, las valoraciones continúan siendo atractivas, a la vista del superior perfil de crecimiento del sector y la fuerte visibilidad de flujos de caja: el PER adelantado a un año de 18,60 veces representa una prima de 13,60 por ciento respecto al mercado, algo por encima de la media de los últimos 25 años. Los valores máximos en el anterior ciclo incluyeron un PER adelantado de 35 veces y una prima de 45 por ciento respecto al mercado.
 

Paula Mercado (VDOS)