Diversificación global en renta variable, con Franklin Templeton

23/07/15 - Análisis Fondos de inversión y Sociedades

La diversificación es, en tiempos de volatilidad, una estrategia que puede aportar estabilidad a una cartera de inversión. En el caso de la renta variable, la gestión activa de una cartera diversificada por sector y área geográfica permite beneficiarse de las mejores oportunidades en los diferentes mercados, aumentando su potencial de rendimiento. Si además la cartera está denominada en euros, se elimina el riesgo adicional de divisa.

Diversificación global en renta variable, con Franklin Templeton

Este es el caso del fondo de Franklin Templeton TEMPLETON GLOBAL (EURO) que en su clase A de acumulación en euros gana un 17,87 por ciento por rentabilidad en el año. Su objetivo es buscar la apreciación del capital invirtiendo mayoritariamente en renta variable de empresas de todo el mundo.

La filosofía de la gestora se basa en una estrategia consistente a largo plazo basada en tres principios de inversión atemporales: valor, paciencia y análisis bottom-up. Los gestores del fondo estiman que puede encontrarse mayor valor considerando empresas globalmente que limitándose a un único mercado. Para encontrar las compañías con mayor potencial los gestores se basan en la experiencia y en la infraestructura de recursos desarrollada en su 70 años de historia, incluyendo analistas y oficinas de todo el mundo. El fondo invierte tanto en mercados desarrollados como emergentes.

El gestor del fondo es Dylan Ball, gestor de cartera y analista del equipo de Renta Variable Global de Templeton. Además de la gestión de diversas carteras de renta variable, es también responsable de análisis de energías alternativas, equipo eléctrico, conglomerados industriales y empresas de servicios públicos asiáticas, cubriendo también como analista la región de Europa del Este. Dylan en licencidado en Económicas por la Universidad de Manchester y Chartered Accountant (CA) de Inglaterra y Gales.

El proceso inversor comienza con un primer filtro cuantitativo y cualitativo que, junto con la experiencia de los gestores, les permite identificar un primer universo de compañías capaces de ofrece valor y que merecen un análisis en mayor profundidad. A continuación, se lleva a cabo un análisis fundamental sobre todas las ideas potenciales de inversión para determinar si la compañía está cotizando a un descuento sustancial, con respecto a lo que su análisis indica que la compañía vale realmente, sobre un horizonte de inversión normalizado de cinco años. Este foco en el largo plazo les permite asegurar que su análisis no está basado en consideraciones cíclicas.

Los valores que han pasado este segundo filtro pasan a formar parte de una lista de recomendaciones que, una vez aprobada por el Equipo de Renta Variable Global de Templeton, el director de análisis debe determinar que cumple con los estándares de análisis de Templeton. Se crea así una lista de valores oportunidades que incluye las compañías que los analistas determinan que están infravaloradas por el mercado respecto a sus expectativas de negocio, basándose en las estimaciones a cinco años de beneficios y/o flujos de caja normalizados. Otra lista de valores, que pasarán a formar parte del núcleo de la cartera, incluye aquellas empresas que todavía cuentan con valoraciones atractivas con un potencial de revalorización significativo y serán los principales generadores de rentabilidad del fondo. Una tercera lista incluye compañías que los analistas estiman que cotizan a su valor y que se recomiendan para su venta.

La cartera final se forma a partir de una selección de valores individual bottom-up, sin consideraciones en cuanto a índices, sectores, área geográfica o capitalización de mercado. El gestor sigue un marco disciplinado y estructurado de controles para asegurar consistencia y diversificación. La gestión del riesgo y balanceo de cartera es tarea de diversos grupos internos que trabajan de cerca con los gestores del fondo para monitorizar la cartera y gestionar el riesgo, aportando una perspectiva y apoyo que es fundamental para el proceso de gestión de la cartera del fondo.

Según datos a 30 de junio pasado, las mayores posiciones en la cartera del fondo corresponden a la empresa de salud estadounidense Medtronic (2,55%) JP Morgan Chase & Co (2,10%) Microsoft Corp (2,09%) la empresa estadounidense del sector biotecnológico Allergan (2,202%) y la farmacéutica suiza Roche Holding AG (1,82%)

La evolución histórica por rentabilidad de TEMPLETON GLOBAL (EURO) posiciona este fondo en el primer quintil durante 2012 y 2013. A tres años, muestra un controlado dato de volatilidad, de 9,56 por ciento y de 10,43 por ciento a un año. También en el último año, su Sharpe es de 1,91 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 4,16 por ciento. La suscripción de la clase A de acumulación en euros, supone una inversión mínima de 5.000 dólares (aproximadamente 4.574 euros) aplicando una comisión fija de 1 por ciento y de depósito de hasta 0,14 por ciento.

Los datos recientes de la zona euro sugieren que su economía está finalmente mejorando. La decisión del Banco Central Europeo de implementar su programa de expansión cuantitativa en marzo pasado ha reducido los tipos de interés y estimulado la confianza empresarial y de los consumidores, que se está traduciendo en un aumento del empleo y el consumo. A pesar de las incertidumbres que rodean a Grecia, parece que esta tendencia puede mantenerse, ya que esta situación en muy diferente a la de 2012, la última vez que el país heleno generaba turbulencias en el mercado. Los bancos europeos son financieramente más fuertes y el BCE cuenta con la capacidad de comprar bonos de los países periféricos.

En EEUU, por otra parte, se percibe un aumento del consumo y del optimismo de los pequeños negocios, las industrias manufactureras regionales y la producción industrial. Potencialmente, el consumo discrecional aumentará a medida que el mercado laboral mejora y los sueldos suben. Todo parece indicar, incluidos los planes de la Reserva Federal de subir tipos al final del verano, que la economía estadounidense se mueve lentamente en la dirección correcta. Por otra parte, las estimaciones consensuadas de beneficios corporativos parecen demasiado bajas, por lo que podría haber sorpresas positivas en los resultados de las compañías del S&P 500 durante este año y el próximo.

Una etapa de mercado en que parece recomendable mantener el foco de la inversión en renta variable en mercados desarrollados.
 

Paula Mercado (VDOS)