La banca acelera la venta de fondos alternativos por la debacle de la renta fija

14/09/22 - Noticia Fondos de inversión y Sociedades

Los mercados financieros parecen haberse estropeado. No funciona ni la inversión en Bolsa, ni en renta fija. Los clientes ya no saben dónde dejar su dinero. Para buscar una solución ante este panorama, los bancos están acelerando la venta a sus clientes más adinerados de activos alternativos a la Bolsa y los bonos, sobre todo con fondos de capital riesgo, infraestructuras e inmobiliarios.

Este tipo de productos tienen mínimos de inversión muy altos (normalmente, por encima de los 50.000 euros) y obligan a mantener la inversión durante al menos siete años. Estas características hacen que no sean los más adecuados para todos los públicos. Su gran ventaja es que aportan una rentabilidad extra a las carteras, al tiempo que permiten descorrelacionarlas de la evolución de los mercados.

Hasta hace poco, España había dado la espalda a este tipo de fondos alternativos, a diferencia de otros países, como Reino Unido, Francia o Suiza, donde ya llegaban a pesar cerca del 10% de los clientes ricos.

El giro de Santander

Uno de los bancos que ha hecho una apuesta más decidida por comercializar este tipo de productos es Banco Santander. En 2020 su gestora se propuso comenzar a implusar la venta de fondos ilíquidos, para atraer cada vez más a inversores institucionales. Desde entonces, ha lanzado fondos que invierten en instrumentos de comercio internacional, otro que invierte en deuda de pymes españolas... Desde la gestora explican que en estos dos años han invertido ya más de 1.000 millones de euros y tienen compromisos por 1.900 millones.

Aitor Jauregui, jefe en España de BlackRock (la mayor gestora de fondos del mundo), explica que “en los próximos trimestres va a seguir creciendo con fuerza el interés por los activos alternativos”. A su juicio, esta es “una forma idónea para que los clientes puedan descorrelacionar sus carteras de la evolución de los mercados bursátiles y consigan un extra de rentabilidad. Además, les permite participar en la financiación de proyectos importantes para lograr la descarbonización de la economía”. Jauregui calcula que en cinco años llegarán a copar el 10% de las carteras.

Además de fondos de capital riesgo (que invierten en compañías no cotizadas) o de deuda de empresas, cada vez se comercializan más fondos para financiar la instalación de plantas eólicas o solares.

CaixaBank, líder español en la gestión de activos, cuanta ya con 30 vehículos para estas inversiones ilíquidas, con más de 10.000 participes. El valor de mercado de los compromisos asciende a 2.262 millones de euros. En su caso, también ha comercializado entre sus clientes de altos patrimonio fondos ilíquidos con una vocación de impacto social, como el fondo Huruma. Un vehículo que va a prestar dinero a entidades que conceden microcréditos en África, Asia y América Latina. El objetivo de rentabilidad está entre el 7% y el 9% anual.

Otro de los grandes del sector, BBVA, lanzaba esta misma semana un fondo de fondos activos ilíquidos. A través de un solo vehículo se puede invertir en cuatro tipos de estrategias (capital riesgo, infraestructuras, deuda privada e inmobiliario). La gestora del banco gestiona ya más de 2.000 millones en activos ilíquidos.

Paul Flood, gestor de carteras de la gestora Newton considera que “ahora que los bonos están perdiendo atractivo, los activos alternativos como la energía renovable o la música en streaming desempeñan una función cada vez más importante en las estrategias multiactivos”.

 

Miguel Moreno Mendieta (Cinco Días)