Las Sicav o cómo codearse con los millonarios

30/04/15 - Noticia Fondos de inversión y Sociedades

Suenan a privilegio de millonarios. Las Sicav siguen irremediablemente vinculadas a las grandes fortunas del país, pero no son territorio exclusivo. Las sociedades de inversión de capital variable (Sicav) son, al igual que los fondos de inversión, instituciones de inversión colectiva que tienen marcado un mínimo de patrimonio –2,4 millones de euros– y de accionistas –100 o 500, en función de si se quiere acceder a ciertas características fiscales–.

“Si tienen la imagen de ser instrumentos utilizados por grandes patrimonios para pagar menos impuestos es porque en la práctica, y salvo contadas excepciones, es efectivamente así. Sin embargo, no es ese el espíritu, sino el contrario, pues precisamente están legalmente diseñadas para que cientos de pequeños ahorradores puedan unirse y disfrutar de determinadas ventajas en su inversión”, argumenta Javier Flores, responsable de estudios de Asinver, que menciona a los famosos mariachis, accionistas figurantes para completar el número mínimo exigido.

En realidad existen dos tipos de Sicav, explica José Manzanares, profesor del IEB, “aquellas que buscan la entrada de nuevos inversores y aquellas que pertenecen a un reducido grupo de accionistas y no buscan la comercialización de las mismas. Respecto a las primeras, no difieren en nada respecto a un fondo de inversión, excepto la fiscalidad, en la que solo está permitido el traspaso de las mismas si superan los 500 accionistas”...

Vera Castelló (Cinco Días)
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