El aumento general de la volatilidad en 2019 hará imprescindible la gestión activa y sopesar bien los riesgos para la renta fija

08/01/19 - Noticia Fondos de inversión y Sociedades

La renta fija ha sido uno de los activos más complicados de 2018 y lograr buenas rentabilidades en 2019 tampoco parece que sea una tarea fácil. De hecho, 2018 ha sido el año del principio del fin del experimento de la expansión cuantitativa global. Tras la crisis financiera global de 2008 y la posterior conmoción que provocó la crisis de deuda de la zona euro, los bancos centrales de todo el mundo empezaron a comprar sus propios bonos gubernamentales de forma masiva.

Según explica Jim Leaviss, jefe de renta fija minorista de M&G, “la eficacia de dichos programas ha sido ampliamente debatida, pero la mayoría de los documentos académicos coinciden en que comprar bonos soberanos provocó una caída de las rentabilidades (TIR), generando un efecto de reequilibrio de carteras que llevó a los inversores a recurrir a los activos de mayor riesgo en busca de ingresos”.

De esta forma, la renta fija perdió, a lo largo del año pasado, su papel como activo tradicional, conservador y refugio. ¿Cuáles son las previsiones para este año? Para empezar, la mayoría de las gestoras siguen prefiriendo la renta variable frente a la renta fija y apuesta por buscar activos alternativos y estrategias diferentes que vengan a cubrir el papel que hasta el momento tenía esta clase de activo...

Redacción (Funds Society)
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