Diversificación en tecnología, con Blackrock

14/09/18 - Análisis Fondos de inversión y Sociedades

El sector tecnológico sigue mostrando fortaleza. Los cambios tecnológicos afectan a todas nuestras actividades: desde las redes sociales a los servicios sanitarios de diagnóstico remoto, el cada vez más frecuente acceso a la educación online o la domótica, que irá tomando el control de nuestros hogares.

 
 

Diversificación en tecnología, con Blackrock

Un auge tecnológico que está teniendo su mayor concentración productiva en Estados Unidos. Un país también donde el consumidor parece mostrarse cada vez más dispuesto a invertir en tecnología, en un momento en que la confianza del consumidor se sitúa al nivel más alto desde el año 2000, según indica el índice Conference Board, mostrando la reducida incidencia que la preocupación sobre el tema de los aranceles y el comercio global están teniendo en el sentimiento del consumidor.

Los balances de las compañías del sector son sólidos, con abundante liquidez y niveles de deuda relativamente bajos, lo que podría permitirlas emprender fusiones y adquisiciones que apoyaran la evolución de su cotización, eliminando competidores y consolidando gastos. Es además un sector que ha aumentado el pago de sus dividendos, que pueden ser una parte importante de los retornos totales obtenidos a corto plazo, al mismo tiempo que han incrementado también las recompras de acciones, reduciendo así el número de acciones disponibles para su adquisición.

En fondos de inversión la categoría sectorial VDOS de TMT, que incluyen en sus carteras mayoritariamente empresas del sector tecnológico, es la segunda más rentable en el año, con una revalorización de 16,43 por ciento, sólo por detrás de la sectorial de Salud. De esta categoría, de una selección de fondos con la calificación más alta, el más rentable es BGF WORLD TECHNOLOGY obteniendo una rentabilidad de 28,47 por ciento en su clase D2 en euros.

Su objetivo es maximizar los beneficios totales invirtiendo globalmente como mínimo un 70 por ciento de sus activos totales en acciones ordinarias de empresas cuya actividad económica predominante se encuadre en el sector de la tecnología. La cartera incluye normalmente entre 35 y 55 valores, gestionándose su exposición a las distintas divisas de forma flexible.

Para seleccionar las compañías a incluir en su cartera, el equipo gestor se base en el análisis fundamental de las mismas, sin ningún tipo de restricción. El estilo de inversión es flexible, intentando aprovechar al máximo las capacidades de gestión del equipo de inversión.

El gestor del fondo es Tony Kim, Managing Director. Es miembro de la División de Gestión Activa Fundamental de Renta Variable, además de gestor de carteras y director del sector tecnológico y encargado de gestionar los fondos de Ciencia y Tecnología. Tony Kim se incorporó a Blackrock en 2013 y cuenta con una experiencia de 22 años en empresas de inversión, incluyendo Artisan Partners, Credit Suisse Asset Management, Neuberger Berman, Merrill Lynch, SG Warburg y Rockwell Intl. Obtuvo un MBA por la Universidad de Columbia (1994) y es Licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad de Illinois (1989).

El proceso de inversión pasa por una fase inicial en la que se evalúan las tendencias tecnológicas en cada sector y subsector, analizándose a continuación las dinámicas de los competidores y la estructura de la industria. En una siguiente etapa, se comparan los distintos modelos de negocio, identificando las compañías más atractivas, y se analizan valoraciones y potencial de rentabilidad.

 Entre las mayores posiciones en cartera incluye acciones de Amazon  (4,65%) Microsoft (4,27%) Alphabet (4,20%) Apple (3,46%) y Tencent (3,42%). Por país, las mayores ponderaciones corresponden a EEUU (67,91%) China (10,67%) Francia (3,18%) Alemania (2,82%) y Japón (2,67%), mientras que por sector Software y Servicios (64,2%) Semiconductores (12, 40%) Hardware y Equipos (7,80%) Retail (7%) y Autos & Componentes (1,23%) representan las mayores posiciones.

La evolución histórica del fondo por rentabilidad lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017 y 2018, batiendo al índice de su categoría durante 2014. A tres años, su dato de volatilidad es de 16,70 por ciento y de 15,69 por ciento a un año. En este último periodo, su Sharpe es de 2,84 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 6,22 por ciento. Dirigida a inversores institucionales, la clase D2 en euros requiere una aportación mínima de 100.000 dólares (aproximadamente 86.585 euros) aplicando una comisión fija de 0,75 por ciento y de depósito de hasta 0,45 por ciento. El fondo tiene disponible también la clase A2 en euros, con un requerimiento de aportación mínima inicial de 5.000 dólares (aproximadamente 4.329 euros) y comisiones fija y de depósito de 1,50 y 0,45 por ciento respectivamente, más adecuada para inversores individuales.

El equipo de inversión cree que el sector tecnológico ofrece la oportunidad de invertir en uno de los cambios más innovadores de todos los tiempos. Estiman que son numerosas las temáticas que continuarán impulsando el sector; entre ellas 1) la inteligencia artificial (IA) que está liderando el crecimiento de datos y herramientas analíticas; 2) el cambio hacia una arquitectura ‘Nube’ que exigirá la utilización de nuevas plataformas; 3) el fuerte crecimiento de la denominada ‘Internet de las Cosas’ (IoT, por sus siglas en inglés), a medida que más mecanismos se conectan a Internet y 4) el desarrollo continuado de vehículos electrónicos y autónomos (EV/AV por sus siglas en inglés).

El equipo gestor cree que el sector tecnológico continúa ofreciendo unas características inversoras atractivas, incluyendo el crecimiento secular, una alta tasa de crecimiento en sus dividendos y balances con abundante liquidez. Dada la natural diversidad de estos tipos de inversión, la filosofía del equipo se centra en diversificar sus apuestas, tanto por geografía, como por sector, capitalización de mercado y estilos de inversión, ofreciendo exposición a acciones de elevado crecimiento, pero también a oportunidades cíclicas más establecidas.

Por su notable evolución por rentabilidad respecto a su  volatilidad, especialmente en el último periodo de tres años, la clase D2 en euros de BGF WORLD TECHNOLOGY obtiene la calificación cinco estrellas de VDOS.
 

Paula Mercado (quefondos.com)