Creciente madurez de la renta fija emergente, con Amundi
Uno de los fondos más rentables de la categoría VDOS de Renta Fija Internacional Emergentes en los últimos tres años es AMUNDI BOND GLOBAL EMERGING, que en su clase AU CAP obtiene una rentabilidad de 59,56 por ciento.

Referenciado al índice JPM EMBI Global Diversified, invierte al menos dos tercios de su cartera en bonos denominados en divisas nacionales o de referencia, emitidos o garantizados por Estados o agencias gubernamentales de países en desarrollo, o por emisores privados de estos países.
Dentro del universo de inversión de la deuda emergente podemos considerar dos tipos: deuda externa -denominada en divisas de referencia, como el euro y el dólar- y la deuda local -denominada en divisas locales-. Este compartimento del fondo de Amundi AM, focaliza su inversión en la segunda categoría.
Desde 1990, la deuda emergente ha adquirido madurez, ofreciendo mayores posibilidades de diversificación, con más de 30 emisores distribuidos en cuatro continentes –Asia, Latinoamérica, Europa Emergente y Oriente Medio/Africa. No es ya un mercado dominado por deuda externa, suponiendo la deuda local actualmente más de un 60 por ciento. Adicionalmente, los fundamentales económicos de los mercados emergentes se han hecho más sólidos, con nuevas políticas monetarias y fiscales, registrando datos de crecimientos más elevados que los países desarrollados. Sus bonos representan una atractiva oferta de rentabilidad-riesgo, con calificaciones mejoradas por emisor y mayor liquidez en el universo inversor, al mismo tiempo que su volatilidad decrece.
Los gestores de AMUNDI BOND GLOBAL EMERGING aplican un estilo combinado top-down y Value, focalizándose en un análisis fundamental de mercado a largo plazo. El proceso inversor se basa en un extenso conocimiento de los mercados de renta fija de los países emergentes, así como en un análisis en profundidad de los factores claves de su desarrollo: 1. Factores macroeconómicos globales -crecimiento, materias primas o aspectos regionales- y factores específicos solvencia, liquidez, ciclos económicos o divisas- 2. Factores políticos y geoestratégicos -estabilidad de las instituciones o reformas estructurales- y 3. Factores técnicos y de mercado -flujos de capital o apetito/aversión al riesgo.
La selección de emisiones se hace en base a aquellas que ofrecen un mayor valor en un mercado dado, implementando asimismo un objetivo táctico de gestión para beneficiarse de las ineficiencias, a corto plazo, de los bonos emergentes más líquidos.
Para el control de riesgo, se define un objetivo máximo de un tracking error ex-ante de 5 por ciento anual, que permite al equipo gestor aprovechar las oportunidades de mercado al máximo. Con este propósito, favorecen la inclusión en cartera de emisiones de valor añadido con la menor correlación mutua. Cuanto menor en su correlación, mayor número de generadores de valor añadido pueden incorporarse sin incrementar indebidamente el nivel de riesgo de la cartera.
El equipo gestor de Divisas y Bonos Internacional de Amundi, basado en Londres, está integrado por más de 25 profesionales, incluyendo dos gestores de fondos y cuatro expertos analistas de crédito, dedicados a la deuda emergente. Este experto equipo se beneficia de los recursos del grupo Amundi, así como de las herramientas de última generación de gestión de cartera y de distribución/asignación de riesgos.
Thomas Delabre, Gestor de Mercados Emergentes, es el gestor de este fondo. Graduado en Teoría Económica por la Universidad de Toulouse y Master en Finanzas por la Universidad de Washington, se incorporó a Amundi Londres en 2005 como Estratega de Mercados Soberanos Emergentes, pasando a ocupa rl cargo de Gestor de Cartera de Renta Fija Emergente en enero de 2010. Con anterioridad, fue Analista de Riesgo Pais en Credit Agricole SA, cubriendo Latinoamérica durante cuatro años.
Con un patrimonio total gestionado de 125,70 millones de dólares (aproximadamente 87 millones de euros) el fondo presenta una historia por rentabilidad que lo sitúa en el primer quintil a dos y tres años. Su dato de volatilidad en este último periodo, de 16,99 por ciento, se reduce hasta 9,71 por ciento en el último año. Registra un dato de tracking error a un año, respecto al índice de su categoría, de 3,69 por ciento, con un alfa de 4,39 por ciento. La inversión en este fondo requiere una aportación mínima de una participación, siendo su último dato de valor liquidativo de 19,95 euros. Los partícipes de la clase AU CAP soportan una comisión fija de 1,40 por ciento y de suscripción de hasta un 4,50 por ciento.
Según el equipo gestor, los mercados emergentes se han ido constituyendo, de forma creciente, en una fuente de diversificación para los inversores globales. El capital ha continuado fluyendo hacia los fondos de deuda de estos países desde comienzos de año, aproximadamente 30.000 millones de dólares, incluso en el entorno de incertidumbre que la deuda europea y estadounidense ha generado en el mercado.
A corto plazo, estiman que el apetito por el riesgo debería mantenerse. El reciente acuerdo sobre los periféricos seguramente eliminará algunos de los riesgos de liquidez en la Unión Europea, mientras que se espera que el debate sobre el techo de deuda en EEUU se resuelva satisfactoriamente. Al mismo tiempo, el crecimiento global debería mantenerse, una vez disipado el impacto negativo del terremoto japonés y con la influencia positiva que la reducción de los precios del petróleo, en los últimos meses, tendrá en el consumo de las economías en desarrollo.