La importancia del horizonte de inversión

30/08/16 - Análisis Fondos de inversión y Sociedades

El horizonte de inversión es uno de los factores más importantes a considerar antes de tomar una decisión de inversión. La respuesta a la pregunta de ¿cuál es mi horizonte temporal? puede servir de ayuda para decidir por qué tipo de vehículo inversor habría de optarse, cuales son las inversiones a evitar y por cuánto tiempo se debería mantener la inversión antes de vender.

La importancia del horizonte de inversión

En algunos casos, el capital disponible para invertir se asigna a un vehículo de elevado riesgo, como acciones u oro, y se deja que pase el tiempo sin hacer nada. Puede que en el momento de su adquisición esta sea una buena opción, pero puede dejar de serlo a medida que el tiempo pasa, más aún en un mercado tan incierto y volátil como el actual.

Esto es particularmente importante cuando se planifica la jubilación. Una inversión en un fondo de renta variable puede ser una buena opción en una franja de edad de entre 30 y 40 años, pero a medida que la fecha de jubilación se acerca, si no se asigna la inversión a otro tipo de fondo, una posible caída del mercado resultaría en la pérdida de una porción importante de los ahorros. Lo mismo podría aplicarse al ahorro para la educación de los hijos o cualquier otro propósito con un objetivo temporal determinado.

Para adaptarse a estos escenarios, se han creado productos que ayudan a los inversores a hacer coincidir la inversión en su cartera con una fecha determinada y que ayudan a evitar los resultados negativos asociados con una asignación de activos inadecuada. Si bien, con respecto a estos productos, es importante tener en cuenta los costes asociados, especialmente por comisiones.

Uno de los fondos que ofrece esta posibilidad de inversión es BBVA BONOS 2021. Con un 100 por ciento de exposición en renta fija pública y privada y fecha objetivo en 2021, en el año se revaloriza un 3,40 por ciento y un 5,65 por ciento en el último año, con un dato de volatilidad bastante controlado de 2,23 por ciento, que lo sitúa en el segundo mejor grupo de su categoría por este concepto, en el quintil cuatro. Invierte sus mayores posiciones en emisiones de Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE) del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y del Reino de España, así como en Letras del Tesoro. Gestiona un patrimonio de 73 millones de euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija de 0,95 por ciento y de depósito de 0,05 por ciento.

Para inversores que tengan previsto retirar toda o la mayor parte de su inversión en 2025, FIDELITY FUNDS-FIDELITY TARGET 2025 (EURO) FUND A-ACC-EUR supone una opción a considerar. El fondo se revaloriza un 1,53 por ciento en el año y un 6,75 por ciento a un año, registrando un dato de volatilidad de 12,76 por ciento en este último periodo. A tres años su rentabilidad es de 31,10 por ciento y de 73,55 por ciento a cinco años. Encuadrado en la categoría VDOS de Mixto Flexible, invierte mayoritariamente en valores europeos (o denominados en euros) de renta variable, renta fija y mercado monetario, de acuerdo con una política de asignación de activos cada vez más conservadora, a medida que nos aproximemos al año 2025. Sus mayores posiciones incluyen emisiones de bonos italianos Buoni Polienalli, del Reino de España, de la República de Irlanda y de la República de Francia, así como los fondos cotizados SPDR S&P US Dividend Aristocrats UCITS ETF y Source MSCI Europe Value UCITS ETF y acciones de compañías como el banco hindú HDFC Bank Ltd, la empresa sudafricana de medios Naspers Ltd y la petrolera Royal Dutch Shell Plc. Sus partícipes soportan una comisión fija de 1,50 por ciento y 0,35 por ciento de depósito.

Al crear una cartera basada en el horizonte temporal, hay que tener en cuenta que la volatilidad es un riesgo mucho mayor a corto que a largo plazo. Si dispone de 30 años para llegar a su fecha objetivo, por ejemplo, la de jubilación, la volatilidad del mercado podría causar un importante descenso en el valor de su inversión, pero no le ocasionaría un perjuicio inmediato, si cuenta aún con décadas para recuperarse. Sin embargo, la misma volatilidad un año antes de jubilarse podría desbaratar su plan de ahorro. Por esta razón, es importante definir el horizonte temporal de una inversión.

Como regla general, se considera corto plazo a un periodo inferior a cinco años. Periodos en que, para reducir riesgo de pérdidas, se estima que la inversión más apropiada es en Fondos Monetarios u otro tipo de instrumentos líquidos. A medio plazo, hasta aproximadamente 10 años, se puede permitir una exposición a bonos, con un pequeño porcentaje de renta variable, representados por los Fondos Mixtos, de diferentes perfiles, por la inclusión más o menos agresiva de acciones en su cartera. Para periodos a largo plazo, de más de 10 años, o incluso de 15 años para algunos inversores más conservadores, la Renta Variable ofrece un mayor potencial de retornos; aunque el riesgo que conlleva es mayor, se dispone de más tiempo para recuperarse de pérdidas potenciales.

Por supuesto siempre existe la opción de crear una cartera a través de la inversión directa en activos, pero los fondos de inversión cuentan con varias ventajas. Son una forma conveniente de diversificación y están gestionados por profesionales, ofreciendo una gran variedad de opciones, que permiten combinar fácilmente diferentes activos, incluyendo acciones y bonos.

El horizonte temporal implica planificar y establecer objetivos. Una vez hecho esto, la selección de la inversión se basará en el periodo restante hasta la fecha de su recuperación. A medida que esta fecha se acerca, los activos conservadores en cartera se van incrementando para reducir el riesgo de pérdida. No hay que olvidar, asimismo, tener en cuenta la comisiones a la hora de considerar una combinación de inversiones.

Paula Mercado (VDOS)