Los gestores ven oportunidades ante la reestructuración del sistema financiero europeo
Las entidades financieras son los mayores emisores en los mercados de renta fija y, por tanto, es normal que representen un determinado porcentaje de las carteras de cualquier inversor. O, al menos, lo era hasta hace unos años. Pero en el actual entorno, son muchos los que han extremado la cautela y salido de bancos, tanto a la hora de posicionarse en renta variable como en renta fija, debido a las dificultades de análisis y a la incertidumbre que gira en torno a su futuro.
“Nos preocupan los bancos y los sectores que están sometidos a decisiones políticas, regulatorias y fiscales dentro de la eurozona”, dice Philippe Lecoq, director adjunto de Renta Variable Europea de EdRAM, donde no consideran invertir en bancos europeos.
Ante la difícil situación del sector financiero y el riesgo de pérdida de inversores institucionales tales como fondos monetarios de gran dinamismo -como ejemplo, los fondos monetarios de EEUU eliminaron su exposición a bancos españoles desde el verano-, en Capital at Work prefieren estar fuera del sector financiero, tanto en renta variable como en renta fija. De tener algunas posiciones, optan por deuda senior de bancos de primera calidad. Su presidente, Eric Ollinger, asegura que "ante la quiebra de un banco, los inversores en fondos están más protegidos; los que asumen el riesgo del banco son los depositantes –aunque en este caso lo cubre el Fondo de Garantía de Depósitos hasta 100.000 euros-, bonistas y accionistas”...