¿Burbuja en renta fija? Descubra si el "high yield" es la alternativa
El mundo financiero es uno de los que menos resistencia opone a la invasión lingüística anglosajona. El dinero habla en inglés. Un idioma sencillo gracias al que fluyen miles de millones de euros de inversión cada día. De ahí que la jerga financiera de los expertos españoles esté plagada de anglicismos. Algunos se emplean con tanta asiduidad, que si nuestros académicos de la lengua fueran más sensibles al mundo financiero, bien podrían haber entrado en el diccionario de la Real Academia Española, como lo hicieron fútbol o marketing.
Si la vida moderna ha desterrado el término mercadotecnia, el mundo financiero ha hecho lo mismo con el término «alto rendimiento». Pese a que sería la mejor manera de referirse a lo que los anglosajones denominan «high yield». ¿Qué es? Según Eduardo Antón, de Inversis, todas aquellas emisiones de deuda pública y privada por debajo de una calificación crediticia de BBB- (según S&P). «Lo primero que debe tener claro el inversor, al comprar estos activos es que está asumiendo más riesgo. Por ello, debe exigir una mayor rentabilidad a vencimiento, que la ofrecida por la deuda más solvente», considera este experto.
Durante los últimos años ha sido uno de los activos favoritos de los gestores de renta fija global. Y han acertado. La mayoría de los índices que monitorizan el comportamiento de estas emisiones registran interesantes aumentos en los últimos años, lo que ha resultado especialmente beneficioso para los ETF´s (fondos cotizados), que replican el comportamiento de estos índices, y los fondos más apegados a su índice de referencia. «El mercado high yield ha sido muy beta en los últimos años (se podía ganar con productos referenciados a índices), pero creemos que ya no va a ser así. Va a ser más necesario buscar estrategias selectivas y sustituir con ellas a las más ligadas a índices», considera Antón.
Precaución y selección
Uno de los términos que se oye cada vez más al hablar de renta fija es el de burbuja y los activos de alto rendimiento tampoco se libran. «Por valoración, la deuda de alto rendimiento no está barata desde un punto de vista histórico, pero eso no está impidiendo que las entradas sigan siendo fuertes en ciertas emisiones», señala Félix López, de ATL Capital. «En este momento, es aconsejable ser cauto con estos activos. Una cartera 'high yield' puede ofrecer un cupón medio de entre el seis y el siete por ciento, algo que puede ser tentador. Pero ha habido una subida muy fuerte en los últimos años y entrar ahora no es tan interesante», explica Diego González de Bull4All EAFI.