Mixtos agresivos de la zona euro para obtener rentabilidad a largo plazo
El pasado año fue extremadamente complicado para los ahorradores en planes de pensiones. La evolución negativa de los mercados globales, tanto de renta variable como renta fija, hizo casi imposible la obtención de beneficios.
Sin embargo, es importante recordar que los planes de pensiones son productos orientados a la inversión a largo plazo, con importantes ventajas como la diversificación de las inversiones, los beneficios fiscales o la gestión profesional de las finanzas, entre otras cuestiones.
Y es que, a la hora de valorar una inversión, es importante fijarse en un horizonte temporal más a largo plazo, en consonancia con el producto. En este contexto, entre los planes de pensiones mixtos, con un enfoque a 3 años, es posible destacar los planes de la categoría VDOS de Mixto agresivo euro, con una rentabilidad media ponderada de un 15,36 %, lo que supone un 4,88 % anualizado. Esta categoría se caracteriza por tener una exposición a renta variable superior al 65 % de la cartera, teniendo que estar conformada dicha cartera por acciones y emisores domiciliados en países de la zona euro y denominados en esta misma moneda.
Con el foco en los productos más destacados, cabe señalar el TREA IMPULSO, que a 3 años obtiene una rentabilidad acumulada de un 20,77 %, un 6,49 % anualizado, siendo esta de un 10,60 % en lo que llevamos de año y con una volatilidad a un año de un 14,56 %. Según establece su propia política de inversión, el plan invertirá hasta un 75% de su patrimonio en renta variable preferentemente del mercado español y europeo, sin descartar otros mercados de la OCDE como EE.UU. y Japón. El resto del patrimonio podrá estar invertido en activos de renta fija pública y privada, de emisores de países de la OCDE con un rating mínimo de P-3/A3 para el corto plazo y Baa3/BBB- para el largo plazo. Podrá invertir en depósitos a la vista, instrumentos del mercado monetario e IICs. Los activos estarán denominados en euros, con un máximo del 30% en moneda no euro. Además, el proceso de inversión tiene en cuenta los riesgos de sostenibilidad basado, fundamentalmente, en análisis de terceros, aunque también utiliza análisis propios. Se trata de un plan dirigido a inversores con un horizonte temporal superior a 5 años.
Con una rentabilidad acumulada a 3 años de un 19,45 %, del sigue el PSN PLAN INDIVIDUAL siendo esta rentabilidad de un 2,87 en lo que llevamos de año y con una volatilidad a un año de un 5,42 %. Según su política de inversión, como máximo el 75% del plan estará invertido en títulos de Renta Variable nacional e internacional. En ningún caso se deberá sobrepasar el porcentaje de inversión en renta variable, de esta forma se graduará la exposición de la cartera de inversiones en función de la situación de los mercados de renta fija y renta variable. El resto de los activos del fondo podrá estar invertido en Renta Fija nacional e internacional. El riesgo derivado de las variaciones del tipo de cambio se intentará controlar limitando la inversión a las monedas de la OCDE, no invirtiendo más del 30% del patrimonio total del fondo en monedas distintas del euro sin cobertura del riesgo de tipo de cambio y, en todo momento gestionando la exposición a divisas por la Entidad Gestora, pudiendo incluso eventualmente cubrirse en su totalidad.
Les sigue el GENERALI MIXTO RENTA VARIABLE 2 con un 19,30 % a 3 años y con un 6,33 % a uno, siendo el más rentable de la categoría en este periodo, con una volatilidad de un 13,67 %. Invirtie hasta un 75% de su cartera en activos de renta variable y el resto en activos de renta fija y tesorería, haciéndolo mayoritariamente en activos denominados en euros. El plan aplica a sus inversiones criterios éticos, sociales, medioambientales y de buen gobierno de acuerdo con las directrices éticas de la Entidad Gestora, y ejercerá, en beneficio de los partícipes y beneficiarios, los derechos inherentes a los valores con relevancia cuantitativa y carácter estable, especialmente, y si se da el caso, el derecho de participación y voto en las juntas generales, directamente o mediante delegación.
Los criterios de inversión de la Entidad Gestora girarán en torno a la seguridad y la fiabilidad del emisor, lo que implica rechazar la mera especulación y evitar cuidadosamente todas las inversiones de alto riesgo, incluso aquellas que entrañan un riesgo social o medioambiental, garantizando la aplicación de unos principios éticos en las estrategias de inversión.
