Impacto del alza de los precios de la energía en fondos del sector energético

25/10/21 - Análisis Fondos de inversión y Sociedades

Una combinación de factores sin precedentes está produciendo gran agitación en los mercados mundiales de energía, reavivando los recuerdos de la crisis energética de la década de 1970 y complicando un panorama ya incierto para la inflación y la economía mundial.

Los precios al contado del gas natural se han más que cuadruplicado, alcanzando niveles récord en Europa y Asia, mostrando una persistencia y una dimensión global sin precedentes. Por lo general, tales movimientos son estacionales y localizados. El pasado año los precios de la energía experimentaron un salto similar en Asia, pero no fue así en Europa.

Las proyecciones muestran que los precios podrían volver a niveles más normales a principios del próximo año, cuando la demanda de calefacción baje y los suministros se ajusten. Sin embargo, si los precios se mantienen altos, podrían llegar a ser un lastre para el crecimiento global.

Estas subidas en el precio del gas están teniendo su efecto en los mercados del carbón y el petróleo. Los precios del crudo Brent, referente mundial, alcanzaron recientemente un máximo de siete años por encima de los 85 dólares por barril, como consecuencia de que un mayor número de compradores buscaron alternativas para calefacción y generación de electricidad, en un entorno de suministros ya ajustados. El carbón, el sustituto más cercano, está teniendo también una gran demanda, a medida que las centrales eléctricas recurren más a esta fuente de energía. Esto ha llevado sus precios al nivel más alto desde 2001, impulsando un aumento en los costes de los permisos de emisión de carbono europeos.

En línea con este comportamiento del sector energético, desde comienzos de año, la categoría sectorial de Energía (25,45%) es la quinta más rentable del universo de fondo registrados para su comercialización en España y la segunda más rentable de los fondos sectoriales. De esta categoría, se han seleccionado los fondos que, contando con la mayor calificación de cinco y cuatro estrellas de VDOS, requieren una inversión mínima de hasta 6.000 euros.

De esta selección, el más rentable es BGF SUSTAINABLE ENERGY revalorizándose en el año un 19,07 por ciento en su clase A2 en euros. A un año obtiene una rentabilidad de 32,06 por ciento, con un controlado dato de volatilidad en este último periodo de 14,75 por ciento que los sitúa entre los mejores de su categoría por tan concepto, en el quintil cinco. Busca maximizar el beneficio total, invirtiendo globalmente, como mínimo, un 70 por ciento de sus activos globales en acciones ordinarias de empresas relacionadas con las nuevas energías. Las empresas relacionadas con las nuevas energías son aquellas que están vinculadas a las tecnologías aplicadas a la energía y a energías alternativas, que incluyen: tecnologías de energías renovables; desarrolladores de energías renovables; combustibles alternativos; eficiencia energética; facilitación de suministro energético e infraestructuras. De acuerdo con nuestros datos, el fondo aplica una política ASG a su gestión, con enfoque en el factor ambiental, aplicando la estrategia de Exclusión. Entre sus mayores posiciones incluye acciones de NEXTERA ENERGY INC (4,59%) ENEL SPA (4,51%) SAMSUNG SDI CO LTD (3,82%) SCHNEIDER ELECTRIC SE (3,79%) y RWE AG (3,70%). La suscripción de la clase A2 en euros de este fondo supone una inversión mínima de 5.000 dólares (aproximadamente 4.293 euros) aplicando una comisión fija de 1,65 por ciento y de depósito de 0,45 por ciento.

También con un enfoque sostenible la clase C de acumulación en euros de GUINNESS SUSTAINABLE ENERGY FUND se revaloriza un 16,96 por ciento en el año y un 43,90 por ciento en el último periodo anual, en el que registra un reducido dato de volatilidad de 17,37 por ciento que lo sitúa asimismo en el quintil cinco. Es un fondo alineado con los nueve principios del Banco Mundial sobre inversión de impacto. Está diseñado para conseguir cuatro de los objetivos de desarrollo sostenible: 1) Energía libre y sostenible 2) Innovación en la industria e infraestructuras 3) Ciudades y comunidades sostenibles y 4) Acción contra el cambio climático. Su estilo de inversión es value, ya que los gestores piensan que las compañías que tienen menores valoraciones y balances más sólidos que el mercado - medido por su índice de referencia, el MSCI World - también tienen perfiles de crecimiento superior, con mayor retorno sobre capital. Las mayores posiciones en su cartera corresponden a China Suntien Green Energy Corp Ltd (4,77%) Nextera Energy Inc (4,17%) Nibe Industrier AB (4,06%) Schneider Electric SE (4,01%) y ON Semiconductor Corp (3,99%). La aportación mínima requerida para suscribir la clase C de acumulación en euros de este fondo es de 1.000 euros, gravando a sus partícipes con una comisión fija de 1,50 por ciento.

Un 71,46 por ciento es la rentabilidad obtenida desde comienzos de año por SCHRODER ISF GLOBAL ENERGY en su clase A de acumulación en euros. En el último periodo anual se revaloriza un 133,58 por ciento, con un elevado coste por volatilidad de 47,91 por ciento. Se propone como objetivo proporcionar un crecimiento del capital superior al del MSCI World SMID Energy Index (Small Mid Cap), una vez deducidas las comisiones, en un periodo de tres a cinco años, mediante la inversión en valores de renta variable y relacionados con la renta variable de sociedades pertenecientes al sector energético. Su cartera incluye entre sus mayores posiciones acciones de Royal Dutch Shell PLC (7,80% BP PLC (5,40%) Coterra Energy Inc (5,20%) Cimarex Energy Co (4,90%) y Devon Energy Corp (4,70%). Como puede apreciarse, es una cartera más focalizada en los grandes grupos de energía, que se benefician de la espectacular subida de los precios en el sector, pero que han registrado una volatilidad notablemente superior a la de los fondos del mismo sector que mantienen un enfoque más sostenible. La suscripción de la clase A de acumulación en euros requiere una inversión mínima de 1.000 euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija de 1,50 por ciento y de depósito de 0,30 por ciento.

De acuerdo con el Fondos Monetario Internacional, su expectativa es que estos precios vuelvan a niveles más normales a principios del próximo año cuando la demanda de calefacción baje y los suministros se ajusten. Sin embargo, si los precios se mantienen altos, podrían comenzar a ser un lastre para el crecimiento global.

Si bien las interrupciones del suministro y las presiones sobre los precios plantean desafíos sin precedentes para un mundo que ya está lidiando con una recuperación desigual de la pandemia, el lado positivo para los responsables de la formulación de políticas es que la situación no se puede comparar con el shock energético de principios de la década de 1970, en el que los precios del petróleo se cuadruplicaron, afectando directamente al poder adquisitivo de hogares y empresas y, finalmente, causando una recesión global. Casi medio siglo después, considerando el papel menos dominante que desempeñan el carbón y el gas natural en la economía mundial, los precios de la energía tendrían que aumentar mucho más para causar un shock tan dramático.

P.M. (quefondos.com)